Por Gabriela López
Nombre de la Agrupación: Compañía de Blues y Fuerza del Centro
Género: Blues y Rock clásico en inglés
Integrantes: Fernando Ramos (baterista), Fernando Ruiz (cantante y bajista),
Fernando Arias (guitarrista), Pablo Salas (Saxofonista).
La Compañía de Blues y Fuerza del Centro es una agrupación musical de genero Blues y Rock Clásico que llevan cuarenta y cinco años trabajando en las calles de la Ciudad de México, diez años de esos cuarenta y cinco en el centro histórico. Han cambiado de integrantes en diversas ocasiones. Los cuatro integrantes son músicos de academia y no comenzaron tocando en las calles, sino en eventos sociales, bares; e incluso Pablo tocaba en la banda llamada Antidoping y en Magnolia Jazz Band, mismas bandas que son ya de renombre dentro del ámbito musical. Todos saben tocar varios instrumentos, Fernando Arias también es músico por herencia ya que su su padre se dedicaba también a la música en las calles por lo cual sus inicios fueron meramente empíricos, pero después ahondo en la formación musical. Como agrupación llevan 5 años trabajando con los mismos integrantes.
El motivo específico de estar tocando en las calles plantea Fernando Arias fue de tiempo atrás debido a la corrupción del Sindicato de Músicos (Sindicato Único de Trabajadores de la Música) que vendieron contratos colectivos dejando a la mayoría de los músicos literalmente en las calles, pero que hoy en día el motivo se transformó en gusto, y por vivir de los que les gusta hacer comentan también los otros dos Fernandos.
Consideran que han llevado su gusto por la música como una profesión, de la cual además de disfrutarla consiguen vivir su día a día. Se manejan por horarios específicos ya que la competencia es mucha, debido a tanta gente que vive y se sustenta de la misma forma. Cuentan con un permiso por parte de la Secretaria de Trabajo de la Ciudad de México, sin embargo, la complicación que dicen presentar continúa siendo con las autoridades locales como policías que siempre intentan –según comentan- obtener una “mochada” e incluso con otros colegas músicos o artistas de la calle, debido a cuestiones de lugar o audiencia.
Dedican tiempo completo a la profesión, teniendo después de sus presentaciones en las calles ensayos y montajes de nuevo repertorio. Comentan “mantenerse al día” por la competencia.
Reciben buena aceptación por parte de los espectadores de las calles del Centro.
Las generaciones de espectadores que circundan las calles del Centro han ido cambiando conforme el paso del tiempo, ahora se percibe espectadores más receptivos, a medida que la oferta cultural urbana ha ido incrementado, el nivel de población también y junto con ello el nivel que el espectador exige a los presentadores, por ello es que “no podemos perder el paso, realizando otras actividades, que estén fuera nuestra profesión” -comenta Fernando-.
Por Gabriela López
2019