Crónicas Milongueras: Juan

Alída baila con Juan, un hombre de cincuenta y cinco años, alto, fuerte, de aspecto rudo, sin embargo, sus ojos tiernos lo delatan, tiene alma de niño, eso es lo que se percibe en su forma juguetona de bailar.

Llego al tango por casualidad, mientras caminaba por el centro vio un espectáculo de esta danza y quedó hipnotizado. Inmediatamente buscó clases, antes no bailaba ningún ritmo, su vida era el deporte hasta que se lastimó la rodilla. Fue entonces, que causalmente se encontró con el abrazo milonguero, que según él, “ayuda a encontrarse con uno mismo”. Junto con Silvia, son parte del equipo organizador de la milonga Xola.

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