Por Sonia González
La Ciudad de México fue una zona lacustre que se convirtió en la Gran Tenochtitlan, lugar que desde tiempos inmemorables desarrolló la agricultura de una manera singular muy exitosa, en el Valle del Anáhuac se desarrolló una técnica de agricultura que no se estableció en ningún otro lugar en el mundo, se trata de la chinampería cultivo milenario que permitio la producción de alimentos sobre el agua, sin la necesidad de depender de las lluvias.
La palabra chinampa de origen náhuatl “chinamitl”, significa en la cerca de cañas, son terrenos que flotan sobre el agua, en una especie de canasta entretejida con carrizos en náhutl “chinamil”, similar a una balsa, rellena de lodos o limos del fondo del lago o canal, pasto y hojarasca, esto para garantizar la fertilidad, en la periferia se siembran como estacas ahuejotes del náhuatl “ahuejotl” sauz del agua, Salix bonplandiana, sus raíces crecen hasta la tierra firme y dan soporte a la periferia de la chinampa, en esta se cultivan flores y hortalizas. De los lodos del fondo se elaboran cuadros en los que se colocan semillas y fungen como un germinador que ha resultado muy eficientes para la germinación de las semillas, se les da el nombre de chapines, que posteriormente se separan los cuadros y se siembran en las chinampas una vez germinadas las semillas.
Antiguamente la producción de alimentos en los lagos que conectaban por los canales hacia el centro de Tenochtitlan era transportada en canoas, allí se encontraba el mercado o tianguis que era el centro irradiador de comunicación y trueque, importante para el intercambio de productos y servicios, en el que llegaban alimentos o insumos que recorrían grandes distancias como productos marinos del Golfo de México y el Océano Pacífico, había monedas de cuenta como la semilla del cacao o las plumas del Quetzal, el trueque fue un sistema muy eficiente que no causaba conflictos de intereses.
En los canales que rodean estos importantes sistemas agroecológicos viven cuatro especies endémicas en peligro de extinción, el insecto Axayácatl o caviar mexicano, el ajolote Ambystoma mexicanum, los acociles Cambarellus montezumae y la rana montezumae. Se observan también aves como garza blanca, gallareta, gorrión, tordo, urraca, tórtola, primavera y abundan los ahuejotes.
A pesar de la desecación de los cinco lagos del Valle del Anáhuac de México, Xochimilco y Chalco dulces, Texcoco, Xaltocan y Zumpango salados, aún sobreviven chinampas en lo poco que quedó, principalmente en Xochimilco, en estas se siembra plantas de ornato, especias, hortalizas como las acelgas, espinacas, lechugas, alhelíes, porotos, tomates, calabazas, ají, entre otros y crece una gran cantidad de quelites de forma natural. Dentro de este sistema de producción se pueden obtener hasta cinco cosechas al año, se observan los índices de productividad más elevados en el mundo, por supuesto comparado con otros cultivos libres de agrotóxicos.
Además del impacto en productividad, las chinampas representan un sistema que permite conservar las áreas lacustres que, a su vez, son un complejo ecosistema con efectos benéficos sobre el clima y la calidad del aire de la Ciudad de México.
La zona lacustre de Xochimilco en náhuatl “Campo de flores”, fue declarada en 1987 como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). En 2017 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), reconoce a la zona chinampera de Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac como un sistema importante de patrimonio agrícola mundial, ya que la chinampería es un conjunto de practicas consientes y sostenibles que optimizan y estabilizan la producción. El 2 de febrero de 2004, la Convención Internacional sobre Humedales Ramsar inscribió a la zona lacustre de Xochimilco en la lista de Humedales de Importancia Internacional, con la denominación “Sistema Lacustre Ejidos de Xochimilco y San Gregorio Atlapulco”.
En la actualidad Xochimilco conserva grandes atractivos como los importantes vestigios de chinampas, los paseos en Trajinera, la Isla Muñecas, la venta de plantas de ornato en los mercados de Madre Selva y Cuemanco en donde las plantas provienen de cultivos en chinampa principalmente, sus embarcaderos, la comida, el pulque, los bosques, humedales, parques, museos, monumentos, la reserva ecológica, que hacen de la Alcaldía un punto muy atractivo para visitarlo solo, en pareja, en familia o con amigos.