Conchita, mujer de medicina en los pedregales de Santo Domingo

Por Rocio Luna

La señora Conchita es una reconocida mujer de medicina en su colonia, nos plática que es originaria de Michoacán y que lleva viviendo en Santo Domingo alrededor de 50 años, llegó desde que se establecieron las primeras viviendas y ha vivido la transformación de la colonia a pulmones de la gente nativa, ya que en el inicio el gobierno invirtió muy poco y las calles se formaron con el esfuerzo de la gente que tenía la necesidad de vivir ahí, recuerda que en ese entonces básicamente había piedras, barrancas, cuevas, no había ningún servicio, nada, ni árboles, muy pocas plantas que se asomaban entre los pedregales.

La señora Conchita es una mujer de medicina que para ella significa sanar, considera que los medicamentos de patente son muy caros, por lo que es difícil que todas las personas tengan acceso a éstos, en comparación, la medicina alternativa está al alcance de todos y es muy efectiva, la medicina que ella aplica nos menciona que es 100% natural, que algunas personas creen que es lenta pero esto depende de cada organismo y como la tomen, ya que las tomas deben ser a tiempo, en los horarios que las personas de medicina indican, esto para obtener mejores resultados, es importante también la fe y la confianza con la que se da. La señora Conchita nos dice “Si tu das un vaso de agua pensando que quitara un dolor de cabeza ese dolor se quitara”, la fe, la confianza y las buenas vibras se transmiten y son necesarias para sanar.

Ella considera que en general la medicina tradicional y alternativa se transmite de generación en generación, el conocimiento ella lo obtuvo de diferentes fuentes, hace 36 años una religiosa de Guadalajara llegó a la colonia y formó un grupo para la enseñanza de la medicina alternativa, así es como la señora Conchita conoció a fondo de las plantas y cómo es que sanan nuestro cuerpo, desde entonces y hasta el día de hoy ha seguido practicando y aprendiendo. Nos comparte que algunas de las plantas como la yerbabuena o la sábila son plantas que desde que tiene uso de razón han sido utilizadas para dolores, las ocupaban sus padres, abuelos y tíos. Aunque fue huérfana de madre desde los cinco años, su padre cuidó de ella y sus hermanos, él les daba muy comúnmente un té de aceitilla, una planta silvestre que tiene florecitas blancas que cuando seca desprende un algodoncito blanco, ese té lo tomaba como si fuera leche y hasta la actualidad ella maneja esa planta para sanar.

El grupo que se formó en la colonia y al cual pertenecía estaba constituido por aproximadamente 30 mujeres, desde jóvenes hasta adultas, sólo una vez llegó un compañero que se quedó un tiempo y después se retiró, actualmente son tres mujeres de ese inicial grupo, las que brindan atención en la colonia. El director de su grupo, el doctor Horacio Rojas originario de Xochitepec Morelos, organiza una celebración cada año “La fiesta de la planta”, desde el 12 hasta el 16 de septiembre en diferentes partes del país, en este importante evento se imparten más de 100 talleres durante todo el día donde los asistentes aprovechan al máximo y en el cierre se realiza una fiesta. 24 Crónicas orales de mujeres y hombres de medicina, sanadores y terapeutas

También la señora Conchita se ha capacitado en Chapingo, en el Ex convento de Churubusco, además de saber mucho sobre herbolaria, conoce y practica reiki, acupuntura, auriculoterapia, energías, masajes, algunos con piedras calientes que por cierto le gusta mucho, ella se enfoca y siente cómo se transporta al cuerpo humano cuando los aplica.

Utiliza diversas terapias alternativas que complementa con la herbolaria, conoce y ocupa una gran variedad de plantas medicinales, nos platica sobre algunas como la flor de magnolia, la flor de manita, el zapote blanco, que son muy especiales y magníficas para ella, las utiliza para tratar la hipertensión. El helecho maravilla muy pequeñito que en su tierra es muy abundante y lo conocen como flor de tierra, lo utiliza para problemas en vías urinarias. La prodigiosa, tronadora, wereque, excelentes para tratar la diabetes. La aceitilla fortalece el sistema inmune, ayuda contra la anemia y es buena para la memoria. La caléndula muy efectiva para prevenir cáncer vaginal, sus flores sirven contra acné, quemaduras y hasta dolores. Toronjiles, valeriana, damiana para el sistema nervioso. Y muchas más. Nos dice que es muy importante saber que no todas las plantas se deben combinar.

Para poder indicar una planta, la señora Conchita nos dice que es muy importante un diagnóstico, ya que no todas las plantas son para todos y las dosis también varían, por ejemplo la pasiflora, que la ocupa para los nervios, es una planta que no puede ella ocupar ya que la altera, hay muchas formas de diagnosticar, incluso hace pruebas con minerales como el cobre; que al colocarse en el puño izquierdo y en el derecho la planta, si el cuerpo no acepta la planta cambia la energía del cuerpo, impidiendo que los dedos se muevan de una manera habitual, además de un diagnóstico adecuado y un tratamiento específico, se requiere de confianza, es decir tener fe. Los padecimientos que mayormente atiende son presión arterial, diabetes y estrés en mujeres más que en hombres.

Conchita nos dice: en lugar de,

Los medicamentos alópatas tienen compuestos activos que se obtienen de las plantas y muchos de ellos terminan generando efectos colaterales, algo que no pasa con el consumo de las plantas, siempre y cuando se utilicen las dosis y formas adecuadas.

Nos comparte que, así como las plantas nos brindan beneficios también pueden causar daños debido a su toxicidad, como la pasiflora o la Datura Stramonium conocida como toloache, que desde tiempos antiguos si se veía a una persona mal se decía “seguro le dieron toloache”, esta planta ayuda a controlar los ataques epilépticos en micro dosis y de manera tópica la recomienda para reumas, artritis y dolores en general, mal administrada llega a causar daños a nivel neuronal irreversibles.

La señora Conchita considera que la mujer ocupa un papel muy importante como sanadora dentro del núcleo familiar, que son ellas las que mayormente aprenden y aplican la medicina alternativa y tradicional, en su caso su conocimiento lo aplica a amigos, conocidos, quien acude a su ayuda y por supuesto a su familia, el conocimiento lo transmite principalmente a una de sus nietas, Frida, quien se ha interesado mucho por lo que hace su abuela.

La señora Conchita y una de sus compañeras formaron diversos grupos empezando por el Pedregal de Santo Domingo y Cuajimalpa en la Ciudad de México, Chiautempan y Calpulalpan en Tlaxcala, San Martín Texmelucan de Labastida y Calpan en Puebla, Santa Cruz Zenzontepec en Oaxaca, a estos grupos muchas veces ellas llevaron parte de los materiales de manera gratuita, además pedían a las personas llevar plantas de la localidad para poderles enseñar sobre ellas, para ella fue muy grato obtener el conocimiento de medicina alternativa brindado de manera gratuita en su mayoría, por lo que tiene la convicción de seguir transmitiendo su conocimiento a la mayor cantidad de personas que sea posible, hasta el confinamiento por coronavirus atendía en un consultorio, nos comparte

que una mujer sanadora como ella atiende incluso sin cobrar, regala cosas, porque sabe que eso se multiplica en salud, tan es así que sigue fuerte, sana y llena de vitalidad.

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