Magdalena Mixiuhca fue parte de la zona lacustre

Por Sonia González

La Magdalena Mixiuhca es un pueblo originario de la Ciudad de México, ubicado en lo que fue la zona lacustre de la Cuenca de México, una comunidad nahua dedicada a la agricultura sobre chinampas en medio de canales, producían gran variedad de flores, legumbres, rábano, espinaca, zanahoria, ejote, verdolaga, poro, alcachofa y por supuesto contaban con sus milpas de maíz, frijol y calabaza.

La palabra Mixiuhcan proviene del náhuatl, mixiuh=parir, can=lugar cósmico, lugar del parto. Esta zona fue poblada por los Aztecas hace más de mil años, se dice que Quetzalmoyahuatzin, hermana de Huitzilihuitl, dio a luz a Contzállan, por ello se le dio el nombre “Lugar del parto”, este personaje es considerado como el primer ascendente conocido por los pobladores de Mixiuhca.

Mosaico de talavera en Magdalena Mixiuhca

Diseño Pablo Moctezuma

Contadora Lourdes Hernández Flores

Nieta de la partera Sara Flores

En este pueblo la parroquia de Santa María Magdalena es un punto de reunión y encuentro, frente a la parroquia se sigue llevando a cabo la danza precuauhtemica, ahí encontramos también la Plazuela de la Revolución.

Este pueblo abastecía a los habitantes no solo con la agricultura, también llevaban a cabo la pesca, por medio de los canales y en canoas se transportaban alimentos desde Xochimilco y Texcoco. La desecación de los canales y la perdida de la agricultura en chinampas ocurrió a mediados del siglo XX y culmino a finales del mismo siglo.

En el 1856 debido a la impuesta ley de desamortización de Bienes Civiles y Religiosos, en donde el régimen comunal termino para iniciar con la propiedad privada, se perdieron las tierras, pero los habitantes pelearon por su territorio y posterior a la Revolución Mexicana en 1921 se les fue otorgado al pueblo un espacio para su ejido.

El 22 de julio se lleva a cabo en el pueblo una de sus fiestas católicas más importantes, en honor a la patrona del pueblo María Magdalena, en estas fechas antes de la invasión española se celebraba una festividad agrícola para la obtención de buenas cosechas, se dice que este día debía llover bastante, como símbolo de buenas cosechas para la siguiente temporada.

Destaca también la ofrenda del maíz o Fiesta de la Flor, que se celebra el último domingo de noviembre, antiguamente aquí se marcaba el final del ciclo agrícola en la actualidad se realiza una peregrinación a la Basílica de Guadalupe, acompañada de una gran celebración y una ofrenda.

Se lleva a cabo una fiesta con mayordomía, se agradece la labor de los campesinos y sus cosechas. La ofrenda lleva el nombre de Xochicahuastle (girasol), está compuesta por un disco metálico con 60 varas pintadas de color verde, con hojas de maíz, de color rojo, morado y verde, cada vara es adornada con círculos concéntricos elaborados con palomitas de maíz, cada una de las varas representa una planta de maíz, las hojas verdes simbolizan a la planta, cuando la caña crece brotan hojas moradas al momento que el maíz está jiloteando es decir formando las mazorcas, la bandera es la espiga de la caña y las palomitas los granos de mazorca. Se representa todo el ciclo del maíz.

Las ceremonias y festividades siguen siendo en la actualidad características de Mixiuhca, sus habitantes siguen preservando su cultura.

En este pueblo se ubica el Autódromo Hermanos Rodríguez internacionalmente conocido, considerado también como el espacio deportivo más grande de Latinoamérica, en él se han llevado a cabo importantes eventos como los juegos olímpicos, conciertos, ferias, una misa multitudinaria, carreras de autos.

Muchos de los habitantes del pueblo recuerdan la lucha por la tierra, la medicina, circulan múltiples leyendas.

Lourdes Hernández Flores nos platica que su familia fue originaria del pueblo de la Magdalena Mixiuhca, su abuelo el señor Flores, vivo en calle de Nicolas Bravo, el trabajo como panadero toda su vida, su panadería fue la primera en la zona, migrante del estado de Zacatecas.

Una de sus hijas, tía de Lourdes fue Sara Flores Rodríguez, una reconocida practicante de la medicinal, la partería en todo el pueblo y en su familia, con una gran dedicación a su profesión, atendió a todo aquel que requirió de sus servicios en cualquier horario, y aunque ya falleció, sigue siendo reconocida por el pueblo, tan noble que si alguien la buscaba por complicaciones medicas o por un parto y no tenía dinero para pagar ella los atendía, muchos de sus pacientes regresaban a buscarla y como símbolo de agradecimiento llevaban animales como gallinas, frutas, verduras o algo que pudieran dan a cambio por la atención que ella gustosamente brindaba.

Aunque Lourdes se decidió por estudiar y ejercer la carrera de contaduría admira a su tía, recuerda que en una ocasión cuando ella era niña llego una mujer en calidad de urgencia ya que muy pronto daría a luz, la partera Sara la atendió y procedió a pasarla a la mesa de expulsión, dada la premura pido a Lurdes llenara un matraz de agua, ella fue a la cocina por el encargo, al volver y entregar el matraz a sus 11 años, pudo apreciar la expulsión de un recién nacido, una imagen muy impactante que hasta el momento recuerda.

Sara llevo a cabo en su casa talleres profilácticos con la finalidad de compartir y enseñar métodos que favorecen el parto natural mediante la buena alimentación, respiración, postura, indicaciones sobre la alimentación posparto para él bebe y la madre, baños al infante y madre, favoreciendo los conocimientos ancestrales.

La partera Sara concluyo sus estudios como Homeópata, Cirujana y Partera en el Instituto Politécnico Nacional, curo y atendió al pueblo, pero también a su familia, fue ella quien ayudo a su madre a concebir a su hermana menor, sobrinos y quien requiriera de su ayuda, murió a sus 90 años, practico la partería desde los 20 años, trajo al mundo a cientos de niños.

Cuando falleció el pueblo y su familia organizaron una fiesta en conmemoración por su partida, tronaron cuetes, la llevaron a la Basílica de Guadalupe, compartieron alimentos por supuesto un rico mole.

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