JACARANDA: FLORES AZUL-VIOLETA CUBREN LAS CALLES DE LA CIUDAD DE MÉXICO, ESTA PRIMAVERA

Por Sonia González.

Las hermosas flores de la Jacaranda mimosifolia, conocida como jacaranda o tarco se han convertido en un símbolo muy representativo en nuestra ciudad ya que en primavera cubren las calles con una singular belleza de azul-violeta.
¿Cómo es que este bello árbol llega a México? El japonés Tatsugoro Matsumoto, que viajó en 1982 a América, es invitado por el mexicano José Landero y Coos, a trabajar en una de sus haciendas en el estado de Hidalgo, Matsumoto vino a la Ciudad de México y trabajo en el diseño de jardines, el general y dictador Porfirio Días lo contrata para arreglos florales en el Castillo de Chapultepec y el bosque circundante, donde coloca una gran cantidad de Jacarandas entre otras especies, aun durante la revolución por la derrota de Porfirio Días gobernante para los oligarcas y odiado por pueblo, el hijo de Matsumoto llega al país para contribuir con su padre en diseño de jardines.
Una vez resultando victorioso el pueblo revolucionario y ahora como gobernante Álvaro Obregón, Matsumoto propone y es autorizado para plantar Jacarandas, árboles muy parecidos a los cerezos de Japón, en las calles principales de la Ciudad.
Durante la segunda Guerra Mundial los Matsumoto obtuvieron la nacionalidad mexicana y viviendo en la ex Hacienda de Temixco en Morelos donde se cultivaban una gran cantidad de arroz, dan refugio a migrantes japoneses perseguidos por Estados Unidos
Este árbol se ha adaptado adecuadamente a los suelos de la Ciudad, y aunque fue traído por un japonés, es originario de sitios con clima subtropical como Brasil y Argentina. Estos majestuosos árboles tienen la copa redondeada-extendida con alturas de 12 a 15 metros, sus hojas son compuestas llamadas foliolos y pareciera que tiene hojas más pequeñas pero está gran hoja llega a medir de 30 a 50 cm, a las Jacarandas se les desprenden las hojas totalmente en otoño por lo que se le considera como un organismo caducifolio, como si sus hojas caducaran para llegar hojas nuevas, sus frutos son castañuelas leñosas que dentro contienen a las semillas, y esas tan atractivas flores de color azul-violeta crecen en racimos o panículas.
El color tan peculiar y atractivo de las flores de Jacaranda se debe a la presencia de las antocianinas una sustancia que absorbe partes de la luz blanca y reflejan en esto lo que es percibido y procesado por nuestro cerebro, esta sustancia ayuda a atraer a polinizadores, absorbe la radiación dañina, es antioxidante, combate a algunos hongos patógenos para la planta, transporta azucares, y en periodos de bajas temperaturas y sequia ajustan la concentración de sólidos. Esta especie contribuye además a mitigar los efectos del calentamiento global, 10 árboles son capaces de absorber el dióxido de carbono generado por mil 400 autos al día.
Pero las antocianinas no solo resultan benéficas para las propias Jacarandas, sus beneficios se extienden a los humanos cuando se consumen, son importantes antioxidantes, favorecen el desarrollo de la microbiota del intestino, ayudan a la prevención de enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad, favorecen a regular la presión arterial, estimulan el sistema inmunitario, inhiben la agregación plaquetaria, protegen el tracto digestivo, previenen el cáncer, la disminución de la función neuronal relacionada con la edad, sus efectos son también antineoplásicos, antiaterogénicos, antivirales y antiinflamatorios.


¿Cómo preparar una rica y medicinal agua de flor de Jacaranda?
Ingredientes:

  • 10 flores de Jacaranda limpias
  • 1 litro de agua
  • Jugo de 1 limón
  • Azúcar al gusto
    Preparación:
    Hervir 150 ml de agua, una vez hervida retirar del fuego y colocar las flores dejar reposar 10 minutos tapada, quitar las flores y dejar enfriar, colocar 850 ml de agua restante, el jugo de limón y endulzar al gusto.
    ¡Listo disfruta de una rica y medicinal agua!

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